Con frecuencia el terapeuta tiene que explicar a su consultante algunos aspectos de la patología que les afecta, así como los órganos y sistemas involucrados en su padecimiento. En este espacio me he dado a la tarea de compilar información de la Anatomía y Fisiología Humana, en forma cuasi-elemental, para que cualquier persona independientemente de su nivel académico, tenga la facilidad de entender con la guía del terapeuta, si este cuenta con un ordenador en su consulta. Los textos y los gráficos son claros y simples y pueden coadyuvar a minimizar el tiempo de la consulta por este motivo. Además, puede ser de utilidad para estudiantes y público en general interesados en la materia. Consideraré también en lo posible agregar información de algunos padecimientos al azar….El Editor.

Búsqueda personalizada

domingo, 18 de marzo de 2012

Análisis de Sangre

Qué mide un análisis de sangre?.

Seguramente usted ha tenido que hacer un análisis de sangre
alguna o más de una veces en su vida, pero ¿qué miden realmente? Aunque los
resultados incluyan los límites normales de cada parámetro analizado, ¿qué
significa rebasarlos por arriba o por abajo? Una ligera desviación, ¿carece de
importancia o es una enfermedad que debe ser tratada de inmediato? Estos
interrogantes son los que vamos a intentar aclarar en el siguiente artículo.

En realidad en un análisis de sangre no existen unos valores
normales para todas las personas, esto varía según la edad, el sexo, las
enfermedades padecidas, y además se modifican según la época del año, la hora
del día, el ciclo menstrual o el ritmo de vida.

La sangre es un tejido que posee diferentes células
suspendidas en un líquido llamado plasma. Todas las células sanguíneas
se originan en la médula ósea; en la parte interna de éstos huesos. Ésta
contiene células madres indiferenciadas, que por distintos estímulos
darán todas las series celulares sanguíneas: glóbulos rojos, los distintos
tipos de glóbulos blancos y las plaquetas.

Éstas células sanguíneas tienen una vida limitada, por lo que la médula
ósea tiene que ir reponiéndolas a medida que mueren.

Algunos tóxicos o un exceso de radiación, por accidente
nuclear, por ejemplo, producirá un daño irreparable en la médula ósea, que
dejará de renovar las células sanguíneas produciéndose una insuficiencia
medular, que conducirá al individuo a la muerte, a veces, incluso tomando
medidas drásticas como el trasplante de médula ósea y todas sus dificultades.

Glóbulos rojos: también llamados hematíes o
eritrocitos son los encargados de conducir el oxígeno desde los pulmones
por todo el organismo y de recoger, a su vez, el dióxido de carbono para
reconducirlo a los pulmones y desde allí sea expulsado al exterior.

En la médula ósea los hematíes son unas células como otras,
con su núcleo y organelas celulares, pero es en un proceso de maduración cuando
pierden esos atributos y sintetizan hemoglobina en grandes cantidades. La
hemoglobina es una proteína que contiene hierro, el cual le da su
característico color. Éste actúa como un verdadero “taxi” que por diferencia de
cargas (+, -) deja oxígeno y recoge dióxido de carbono de las células. En los pulmones
ésta tarea se realiza por diferencia de presión.

El número medio de glóbulos rojos es del orden de unos 4,5
millones/ml en la  mujer y unos 5
millones/ml en el hombre, tienen una expectativa de vida de unos 120 días y
aumenta en caso de falta de oxígeno; personas con insuficiencia respiratoria,
que viven a gran altura, personas con alguna enfermedad en la médula ósea, o
con un gran área de su cuerpo quemada. Su menor número es significativo de
anemia. Disminuyen también después de una hemorragia importante.

Glóbulos blancos: también llamados leucocitos.
Tienen como función principal la de defender el organismo. Suelen clasificarse
en tres grupos, según su tamaño, aspecto del núcleo, origen y función:

Leucocitos polimorfonucleados: neutrófilos, basófilos y eosinófilos. Leucocitos
mononucleares: linfocitos: linfocito B, linfocito T. monocitos.

Leucocitos polimorfonucleados: los neutrófilos
son los más frecuentes en la sangre, del 70 al 75% de leucocitos pertenecen
a este tipo. Su principal función es fagocitar y destruir a los organismos
invasores (bacterias, por ejemplo) pero no pueden mantener esa función por
mucho tiempo ni de forma continua, por lo que degeneran después de una ráfaga
de esa actividad. Estos neutrófilos muertos son el principal componente del
pus. Aumentan en todas las infecciones, excepto en las víricas, en las que
disminuyen.

Los basófilos son los menos frecuentes, un 1%
o menos del total de leucocitos.  Su
citoplasma contiene numerosos gránulos que contienen productos tales como la
histamina o la heparina. Son las células con menor capacidad fagocitaria de
este grupo. Su número puede aumentar en el curso de una radioterapia, por
ejemplo, o en enfermedades poco frecuentes.

Los eosinófilos atraídos a un foco
inflamatorio, inactivan las sustancias vasoactivas (como la histamina)
liberadas por otras células, es decir, ayudan a reducir la inflamación.

Representan aproximadamente del 2 al 4% de los leucocitos. Aumentan en el curso
de enfermedades alérgicas y en determinadas infestaciones parasitarias. Su
disminución es frecuente en enfermedades víricas y ciertos trastornos
hormonales.

Dentro de los glóbulos blancos o leucocitos del tipo
mononuclear tenemos dos tipos, los linfocitos: linfocitos B
y linfocitos T y los monocitos.

Los linfocitos se originan a través de células
fetales, se desarrollan en la médula ósea, son madurados por los órganos
linfáticos primarios, su tamaño es de entre 6 y 9 micras y constituyen entre el
20% y el 30% de los leucocitos. Tienen un núcleo que ocupa casi todo el
citoplasma celular. Los linfocitos tipo B y T carecen de función fagocitaria y
son elementos básicos en la respuesta inmunitaria.

Los linfocitos B circulan de forma inmadura y
sintetizan anticuerpos que  incluyen en
sus propias membranas citoplasmáticas. Se reproducen por mitosis. En cada
desdoblamiento se constituyen en células que exhiben en sus membranas
superficiales anticuerpos idénticos. Cuando un linfocito B detecta a otro
linfocito B se activa, viajando desde el bazo o ganglio linfático y creando dos
tipos de células: células plasmáticas y células de memoria. Las células
plasmáticas sintetizan y secretan ingentes cantidades de anticuerpos. Las
células de memoria no secretan anticuerpos, pero si se vuelve a producir una
exposición a ese invasor se convierten en células plasmáticas productoras de
anticuerpos.

Los linfocitos T son de pequeño tamaño y viven
durante años. Son inhibidoras o estimulantes de los linfocitos B, y además
ayudan a éstas secretando compuestos químicos inmunológicos esenciales que
ayudan a destruir proteínas extrañas. El virus del sida ataca a este tipo de
linfocitos, de manera que se inactiva la respuesta inmunológica. 

Por último, los monocitos son leucocitos
mononucleares de gran tamaño. Su núcleo tiene forma oval y arriñonado, su
tamaño es de entre 12 y 25 micras y constituye entre el  2% y el 6% de leucocitos.

Son células muy móviles, emigran a los tejidos desarrollando
su función macrófaga o fagocitaria. Son capaces de realizar ésta función
durante mucho más tiempo que los neutrófilos. Tienen probablemente funciones en
relación con la formación de anticuerpos.

Las plaquetas o trombocitos son pequeñas
células sin núcleo que se forman en la médula ósea por desprendimiento del
citoplasma de células mayores llamadas megacariocitos. Tienen un importante
papel en la coagulación de la sangre . Su disminución puede producir
hemorragias. Se encuentran en la sangre entre 150.000 y 400.000 ml.

El plasma es un líquido transparente de color
amarillaceo constituido por diversos elementos disueltos en ella, corresponde a
la parte líquida de la sangre. Contiene entre otras sustancias, azúcar iones
como el sodio, el potasio o el cloro, minerales como el calcio y el hierro,
grasas y diversas sustancias proteicas. No contiene células. Es el encargado de
dirigir las diferentes moléculas orgánicas e inorgánicas por nuestro organismo,
además de hacer posible que otras sustancias que viajan en él hagan el
intercambio con las células de nuestro organismo.

DATOS GENERALES:

La Velocidad de sedimentación globular (VSG) se mide introduciendo sangre en un
tubo. Todas las células sanguíneas como si echáramos arena en un cubo con
aceite, se van depositando al fondo, lo que queda en la superficie, un líquido
amarillento es el suero. Esta medición se hace al cabo de una hora o de quince
minutos, según la técnica, y se mide la columna de suero que queda por encima
de las células. El valor normal es de 15-20mm durante la primera hora. Éste
valor aumenta en infecciones como la erisipela, la tuberculosis o la
perinefritis. Es fisiológicamente alta durante el embarazo, en el lactante,
tras un baño excesivamente caliente, en caso de lesiones traumáticas, cáncer y
en el infarto agudo de miocardio.

Algunas enfermedades enlentecen este valor porque dificultan la
sedimentación de las células debido a la concentración de proteínas plasmáticas
(mieloma múltiple). La normalización de éste valor asegura la evolución
favorable de una enfermedad aunque en algunos casos su lectura puede variar en
cuestión de horas sin embargo no averigua la causa de la enfermedad.

Hematocrito es la proporción que
ocupan los glóbulos rojos respecto al volumen sanguíneo total. Su valor medio
oscila entre el 42 y el 47% de glóbulos rojos en la sangre. Disminuye en las
anemias microcíticas y en estados de hemodilución.

Hemoglobina es la proteína que contienen los
glóbulos rojos en su interior. Sus límites oscilan entre 13,5-18 en el varón y
11,5-16,5 en la mujer. Su concentración normal es de 15g por 100ml de sangre.
Disminuyen en caso de anemia.

Hemoglobina corpuscular media (HCM) mide la
concentración de la hemoglobina dentro de cada glóbulo rojo. Los valores entre
27-34 picogramos es normal. Cuando este volumen es menor el glóbulo rojo tiene
un color más pálido, por ejemplo en las anemias ferropénicas. Cuando este
volumen es superior se pueden padecer anemias megaloblásticas.

Volumen corpuscular medio (VCM) determina el
volumen de un glóbulo rojo. Su valor se halla dividiendo el hematocrito por el
número de glóbulos rojos. Su resultado se expresa en micras cúbicas
(femtolitros) y oscila entre 82 y 92. Por encima de estos valores se puede
padecer anemias macricíticas y por debajo anemias microcíticas tales como la
ferropénica.

Sideremia mide la concentración sanguínea del
hierro, que oscila entre 80-130mg y 60-120mg por cada 100ml en el hombre y en
la mujer respectivamente. Éste valor está influenciado por la edad, el sexo, la
hora, la alimentación, etc. Aumenta en enfermedades como la hemocromatosis o la
anemia aplásica y disminuye en la anemia ferropénica, infecciones aguda y el
síndrome nefrótico.

Ferritina es la proteina encanrgada de
almacenar el hierro proveniente de nuestra dieta. Su concentración normal
oscila entre 15 y 250mg/l . En la anemia por falta de hierro es el primer dato
que disminuye, sin embargo, aumenta en las anemias provocadas por enfermedades
crónicas en un intento de la ferritina por captar más hierro.

Transferina es la proteína que circula por la
sangre transportando el hierro, especialmente a la médula ósea, o recogiéndolo
de aquellos órganos donde se destruyen glóbulos rojos, el bazo, por ejemplo. Su
concentración normal es de 250-360mg por cada 100ml con un coeficiente de
saturación (CST) del 30%.

Glucosa es el combustible, junto con los
lípidos, que proporciona energía a las células. Su medición se realiza siempre
en ayunas. Se padece hiperglucemia durante enfermedades tales como la diabetes,
el gigantismo el síndrome de Cushing o el hipertiroidismo y en intoxicaciones
por cafeína, morfina o quinina. La hipoglucemia se da durante trastornos de la
alimentación, tras el ejercicio desmesurado en hiperinsulinismos y en las
borracheras agudas.

Acido fólico y vitamina B12 son dos sustancias
necesarias para la síntesis correcta del ADN de las células. El déficit de
ácido fólico es raro, pues se halla en la mayoría de las frutas, verduras, en
la leche, etc, sin embargo su nivel disminuye en mujeres embarazadas, niños en
edad de crecimiento y personas desnutridas. Las necesidades diarias son de
50mg/día. La vitamina B12 normalmente se encuentra almacenada en el organismo,
tenemos 4mg almacenados, que nos abastecen durante seis años. Puede aparecer su
falta en vegetarianos muy estrictos, que no tomen leche ni huevos, en
enfermedades del tracto digestivo como la colitis ulcerosa o en la parasitosis
por botriocéfalo, frecuente en escandinavos que comen pescado semicrudo.

Urea es el amoníaco sanguíneo, es una
sustancia tóxica que ha de ser eliminada del organismo y procede del
catabolismo de las proteínas. Se da en enfermedades congénitas e impide el
desarrollo del ciclo de la urea, estas personas no tolerarán la ingesta de
proteínas y el desarrollo de su sistema nervioso se verá retrasado. Aumenta en
situaciones de insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca congestiva y la
deshidratación.

Ácido úrico proviene de la degradación de las
purinas de los alimentos. Cuando disminuye el pH ligeramente, el ácido úrico
puede precipitar y cristalizar en forma de cálculos renales o lesionando los
riñones. Se puede producir la conocida enfermedad de la gota, al formarse
depósitos de ácido úrico en los tejidos cartilaginosos. La producción de ácido
úrico se ve estimulada por el consumo de alcohol y la alimentación excesiva. En
los países musulmanes la enfermedad de la gota casi no existe pues consumen
poco alcohol y no comen cerdo. En Europa en siglos pasados la gota se hace
infrecuente en períodos de guerra y hambre.

Creatinina es el producto de la degradación
final de la fosfocreatina, proteína-almacén de energía de la célula muscular.
La cantidad de creatinina en un individuo varía según su masa muscular. Una vez
en la sangre, se elimina por vía renal. Por ello, conociendo su concentración
sanguínea se puede valorar el buen funcionamiento de los riñones. Su
concentración normal sanguínea varia entre 0,8 y 1,2 mg por cada 100 ml.

Lípidos totales (grasas) su
concentración aumenta tras las comidas, durante el embarazo , la lactancia o el
hipotiroidismo. Esta prueba se debe hacer en ayunas.

Colesterol alcohol esteroideo cristalino liposoluble
presente en aceites y grasas animales, en la yema del huevo, que está
ampliamente distribuido por todo el organismo, especialmente la bilis, sangre,
tejido cerebral, hígado, riñones, glándulas suprarrenales y vainas de mielina
de las fibras nerviosas.        También
lo sintetiza el propio organismo a través del hígado. Va ligado a las
diferentes lipoproteínas. Así tenemos que el colesterol-HDL es un buen
protector frente a la arteriosclerosis. El colesterol-LDL, sin embargo, causa
arteriosclerosis, al igual que ocurre, en menor proporción con el
colesterol-VLDL.

Un aumento de colesterol se produce si se abusa de las
grasas, el tabaco o el alcohol, si se consumen anticonceptivos orales o se hace
poco deporte. También aumenta en enfermedades como la ictericia obstructiva, la
diabetes y la colelitiasis.

Una baja concentración de colesterol produce enfermedades
como el hipertiroidismo, infecciones agudas e insuficiencia hepática.

Triglicéridos compuesto formado por un ácido
graso (oleico, palmítico o esteárico) y glicerol. Se sintetizan a partir de la
mayoría de las grasas animales y vegetales. Son lípidos plasmáticos porque
circulan por la sangre. Unidos a las proteínas forman las lipoproteínas de alta
y baja densidad. Su valor medio oscila entre 40-150 mg por cada 100 ml. Aumenta
en las hiperlipidemias familiares, la obesidad, la diabetes, el alcoholismo y
la pancreatitis.

Ácidos grasos libres generados por la
hidrólisis de los triglicéridos en los tejidos adiposos.  Su destino es ser utilizados como combustible
o en la resíntesis de triglicéridos. Aumentan durante el ayuno, el
hipertiroidismo y la cirrosis hepática.

Proteínas totales su concentración es de 6-8
mg por cada 100 ml. Es importante investigar en las diferentes proteínas. La albúmina:
su aumento es muy raro, sin embargo, su defecto es común cuando se producen
hemorragias, quemaduras, enfermedades hepáticas, desnutrición y el síndrome de
malabsorción intestinal. Las gammaglobulinas (inmunoglobulinas o
anticuerpos) tienen la capacidad de unirse a los microorganismos que hayan
llegado a la sangre para neutralizarlos. Son de cinco tipos: IgG,
IgM,IgA,IgE,IgD. Su concentración total es de
15 mg por 100 ml. Disminuye en las agammaglobulinemias por defecto de síntesis,
por pérdidas exageradas como en el síndrome nefrótico, en las infecciones
repetidas o en reposos prolongados. Puede darse un aumento en las inflamaciones
crónicas, como en la hepatitis crónica, la brucelosis, la endocarditis y en la
cirrosis hepática.

Bilirrubina procede de la degradación de los
glóbulos rojos. En la sangre se encuentra conjugada con ácido glucurónico o
bien, no conjugada. En un individuo sano su concentración es de 1 mg por 100
ml. La mayor parte se excreta por las heces.
Su concentración se eleva en el recién nacido, en la
ictericia obstructiva, anemias hemolíticas y el paludismo. Disminuye en las
anemias ferropénica y aplásica.

Sodio disminuye tras una sudoración
exagerada,, insuficiencia cardiaca descompensada con edemas y diarrea profusa.
Aumenta durante la fiebre alta, estados de shock y deshidrataciones. Su valor
medio oscila entre 145mEq/l.

Potasio se mide su concentración en la sangre
y también se descubre por el cambio de trazado del electrocardiograma. El nivel
de potasio sube cuando se padece insuficiencia renal aguda, insuficiencia
suprarrenal e intoxicación por digital. Baja tras vómitos repetidos, diarreas,
abuso de laxantes y en algunas enfermedades de origen renal.

Calcio se mide su concentración en sangre,
pero su disminución también se determina por el alargamiento del
electrocardiograma (segmento QT). Su nivel aumenta en el hiperparatiroidismo
primario, en el mieloma múltiple y en la enfermedad de Cushing. Disminuye
levemente durante el embarazo y exageradamente cuando se padece raquitismo y
osteomalacia.

Transaminasas(TA) la transaminasa GOT y GPT
son dos encimas intracelulares que tienen una función catalítica y salen al
suero si la célula muere. La transaminasa GOT se encuentra especialmente en el
corazón, hígado y tejidos muscular. Se encuentra en cantidades elevadas en el
suero en casos de infartos de miocardio, de hepatopatía aguda, en el empleo de
determinados fármacos y en general cualquier trastorno que dañe las células. La
transaminasa GPT se encuentra en el hígado. Cantidades en el suero fuera de lo
normal indican lesión de hígado.

Las transaminasas aumentan de forma paralela, excepto
durante la hepatitis alcohólica, en la que aumentan más las GOT.

Fosfatasa alcalina este encima procede de los
huesos, el hígado y en parte del intestino y de la placenta. Está situado en la
membrana de las células e hidroliza ésteres de fosfato. Experimenta un
importante aumento fisiológico durante los períodos de crecimiento y reparación
ósea. Se eleva de forma moderada cuando se padece hepatitis, cirrosis hepática
y metástasis de cáncer de hígado. Se eleva de forma considerable durante el
padecimiento de la colestasis intra y extrahepática.

Gamma GT
y las fosfatasas alcalinas son encimas. Se elevan en la colestasis.

Ambas encimas aumentan de forma paralela y es el indicador más sensible para
determinar enfermedades de vías biliares, pancreáticas, renales y pulmonares.

Si se eleva mucho la concentración de fosfatasas alcalinas,
pero la gamma GT es normal, se trata de una enfermedad de origen óseo.

La concentración de gamma GT aumenta por el consumo de
alcohol, siendo un sensible detector de su consumo, o durante la hepatitis
alcohólica.