La apnea del sueño es una condición seria, potencialmente mortal y que es mucho más frecuente de lo que se cree. Se produce en ambos sexos y en todos los grupos de edad. Es más frecuente en los hombres, aunque puede estar poco diagnosticada en las mujeres y en los afroamericanos jóvenes.
La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que se caracteriza por breves interrupciones de la respiración durante el sueño.
Entre las complicaciones del ronquido figura el síndrome de la apnea obstructiva del sueño, patología con graves consecuencias y un deterioro del bienestar psíquico y físico.
Las apneas consisten en frecuentes y temporales interrupciones de la respiración que comportan que la persona que las sufre se despierte varias veces durante la noche (o, en cualquier caso, un descanso de poca calidad) pero, sobre todo, una oxigenación insuficiente. Las apneas respiratorias nocturnas pueden durar de 10 a 40 segundos y repetirse unas cien veces durante toda la noche.
Se clasifican en apneas de tipo obstructivo (se obstaculiza el paso del aire a través de la garganta a pesar de la presencia de los impulsos nerviosos y de la actividad de los músculos respiratorios), apneas de tipo central (debidas a la ausencia del impulso que desde el centro nervioso se envía a los músculos respiratorios, por lo que el aire no se respira en el tórax) y en apneas de tipo mixto (cuando se combinan los fenómenos de la apnea obstructiva y de la central).